Winds of Change

Ha sido un verano tormentoso para DeFi.

Tras dos dolorosas crash del mercado, y con un panorama macro sombrío, todas nuestras esperanzas están puestas en el éxito de la recientemente confirmada merge de Ethereum.

Pero la sanción del Tesoro estadounidense a Tornado Cash nos ha obligado a enfrentarnos a ciertas preguntas sobre el futuro de Ethereum.

¿Está el protocolo suficientemente descentralizado? ¿Pueden las acciones de un solo gobierno afectar a toda la red? ¿Qué grado de censorship, si es que alguna, es aceptable?

¿Y por qué no estábamos preparados para esto?

Justo cuando está a punto de producirse la update más importante del protocolo Ethereum, el camino que queda por delante parece de repente traicionero…

¿Sobrevivirá el sueño censorship-resistant y permissionless, o la influencia de la OFAC es una verdadera amenaza?

El desarrollador de Tornado Cash, Alexey Pertsev, ha sido encarcelado (sin cargos) por tres meses en los Países Bajos.

A pesar de que la expectativa del caso legal; de que la herramienta se desarrolló "con el único propósito de cometer actos delictivos" puede ser difícil de probar, las autoridades están usando el caso de Pertsev para enviar un mensaje a la industria.

Ante la posibilidad de ir a la cárcel, algunos equipos con perfiles públicos detrás de las DAOs y sus entidades legales han optado por cumplir con las normas de la OFAC, al menos en el front-end. Sin embargo, el front-end screening no fue suficiente para salvar a Tornado Cash.

TRM Labs, una organización de compliance que utiliza "inteligencia avanzada para investigar las wallets y la actividad de las transacciones de blockchain", ha estado en el punto de mira desde las sanciones, ya que se han presentado como una forma de que los protocolos sigan cumpliendo la normativa y de que los developers no vayan a la cárcel.

Pero, ¿a qué costo para el usuario?

Las blacklists de empresas como TRM clasifican las addresses en términos de "ownership", "counterparty" y "indirect risk". Sin embargo, muchas addresses legítimas han sido bloqueadas con sólo un par de grados de separación de un usuario de Tornado.

Las víctimas de hacks, los whitehats del incidente de Nomad y las addresses objeto de dusting attacks han informado de problemas debido a su proximidad on-chain a los contracts de Tornado.

Un simple vistazo a un block explorer bastaría para confirmar las afirmaciones de estos usuarios, pero el modelo de cumplimiento "bloquear primero y preguntar después" no ayuda mucho a los afectados.

Los front-ends censurados no impiden que los protocolos subyacentes funcionen, simplemente dificultan el uso a los usuarios normales, mientras que los blackhats más sofisticados no tendrán ningún problema en eludir las sanciones.

Independientemente de su exactitud, el enfoque amplio y generalizado parece estar funcionando. Los bloqueos que incluyen transacciones from/to addresses sancionadas han disminuido significativamente desde la sentencia:

Pero una amenaza aún mayor se encuentra en el futuro inmediato…

Dado que las normas de la OFAC se aplican a las personas y organizaciones vinculadas a Estados Unidos, parece que la mayoría de los validators se verán obligados a cumplirlas. No solo eso, sino que los block builders utilizarán mev-boost después del merge, y Flashbots ha declarado que cumple, y seguirá cumpliendo, con la OFAC.

Dicho esto, el PoW no es necesariamente mejor. Aunque está mejor distribuido globalmente, la descentralización es menor en general. Y el gigante minero Ethermine ha comenzado una censura general a su consensus layer.

Pero si, bajo Proof of Stake, los principales validators implementan censorship a gran escala, Ethereum seguramente ha fracasado, en un sentido idealista.

"Progreso", al menos a los ojos de Coinbase, también suena espeluznantemente similar al sistema que las criptomonedas se propusieron a perturbar.

Y con un cumplimiento tan entusiasta que se extiende sobre DeFi, ¿estamos caminando dormidos hacia un futuro CeDeFi?

No se ha perdido toda la esperanza.

Tether es la mayor stablecoin del mundo cripto, y han dejado claro que no van a congelar los fondos de forma preventiva, lo cual se espera que inspire confianza a los equipos más pequeños.

Aunque la actitud de "no cumpliremos hasta que nos lo digan" es una vara bastante baja, Tether se presenta como una luz de esperanza en comparación con muchos otros del sector, que han abandonado inmediatamente sus principios y se han doblegado ante la OFAC.

Actualmente, Uniswap está evaluando la situación en un debate transparente y detallado, en lugar de aplicar un blacklisting generalizado.

Y quizás lo más sorprendente es que, después de que le llamaran la atención, el CEO de Coinbase, Brian Armstrong, declaró la intención de la empresa de resistirse a la censorship a nivel de validadors. Sin embargo, sería ingenuo pensar que una empresa tan grande adoptaría una postura si eso también representará una amenaza legal o financiera existencial.

Aparte de Flashbots, que ha opensourced su code para permitir la diversidad de relayers en la preparación del merge, hay otros relayers disponibles, con Manifold dejando clara su misión.

Incluso Vitalik ha manifestado su preferencia por castigar a los validators que cumplen con las sanciones, y el caso de los social slashing a través de la UASF es prometedor.

En general, estas últimas semanas han puesto en el punto de mira muchas cuestiones.

Preguntas que nunca habían necesitado una respuesta urgente, sino que se habían dejado de lado durante la manía del bull market o la apatía del bear market.

Ahora, tras años de trabajo, Ethereum se enfrenta al comienzo de una nueva era mientras se somete a una verdadera prueba de sus capacidades.

Los poderes establecidos han programado su represión para debilitar un movimiento que no pueden controlar totalmente mediante una táctica clásica: dividir y conquistar.

¿Han puesto los intereses corporativos a Ethereum en una difícil posición?

¿O todavía hay suficientes verdaderos cypherpunks para resistir el ataque?

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