El Whitepaper

Bienvenidos al reino del Whitepaper.

Pocos sobreviven las condiciones duras de este seco y técnico documento.

El boom de ICOs del 2017 destruyó el ambiente del whitepaper.

Hubo un tiempo en que estos textos formaron un núcleo económico atestado de afirmaciones audaces y especulación desenfrenada, hoy en día ya no aportan nuevas ideas. Las tierras de papel blanco son hoy en día artefactos históricos - un concepto descartado de tiempos ya pasados.

En su cima, estos documentos parecían contener riquezas escondidas, pergaminos de sabiduria en donde se encontraban tesoros entre líneas.

Los primeros exploradores del whitepaper no solamente podían encontrar detalles técnicos del proyecto en particular, sino también visiones fantásticas de mundos futuros.

Hablamos con Andre Cronje sobre sus memorias de los whitepapers:

Fueron material divertido para leer, pero al final nada más que pelusa promocional.

Los yellow papers fueron la verdadera magia.

Los whitepapers básicamente fueron modelos de negocios puestos en látex para que parecieran científicos y hacer creer a la gente que eran algo académico.

¿Cuántos whitepapers has visto siendo peer reviewed?

Los lectores pasaban horas examinando páginas de pseudociencia y diagramas complejos, con la esperanza de encontrar oro. Pero hasta los inversores más trabajadores pronto se cansaron de realizar arduas investigaciones, a través de recuentos históricos interminables sobre el tamaño del ledger de Bitcoin o el problema de double spending.

Conforme iba creciendo la histeria, la calidad bajó, aún así la longitud quedó igual.

Treinta páginas fueron necesarias para explicar cómo la industria dental podría ser revolucionada por las criptomonedas.

El contenido técnico se volvió publicidad pura, y asesores de renombre fueron traídos para aportar autenticidad.

Treinta y seis páginas (más promoción por parte de John McAfee) fueron suficientes para convencer a algunos inversores que blockchain era la solución al empoderamiento económico feminino mientras utilizan un taxi.

El whitepaper de HEX incluso proporcionó a los lectores una dirección ETH para enviar propinas.

Vapourware y las promesas vacías tienen una duración limitada y eventualmente el mercado implosionó, señalando el comienzo de lo que sería un largo y duro invierno crypto en el que solo los bears podrían sobrevivir.

Mientras se cayeron los portafolios, el valor percibido se desvaneció, y los lectores llegarían a darse cuenta que hasta el whitepaper más fuerte no tiene valor en sí.

Cuando por fin salimos, las tierras que una vez fueron fértiles, habían quedado vacías.

Una nueva temporada.

El whitepaper se ha ido, pero es poco lo perdido. Los productos funcionales ya han ocupado su lugar.

En el 2017 nuestra atención estaba dividida, diferentes chains tenían sus diferentes declaraciones pero pocas tenían suficientes usuarios.

No solo son los desarrolladores quienes “test in prod”.

Incluso el producto de menor viabilidad puede encontrar su hogar en el mercado de hoy, en donde los protocolos se lanzan sin retraso. La gobernanza comunitaria alimenta la evolución on-chain, y los proyectos siguen creciendo y definiéndose post-lanzamiento.

La gobernanza sugiere que los usuarios de un producto decidan la dirección de su evolución, pero la distribución de los tokens normalmente resulta en que los fundadores mantengan la mayoría del suministro.

Aunque la comunidad tiene algo de influencia, la voz del desarrollador sigue hablando más alto; un aspecto no totalmente fiel a los ideales descentralizados, sin embargo no significa que pueden hacer lo que quieran.

Los dueños saben que si hacen decisiones poco populares, alguien va a hacer un fork a su protocolo y la nueva ruta será la seguida.

Equipos anónimos desarrollan sin descanso, convirtiendo forks de poca confianza en productos “blue chip”.

El ERC-20 abrió paso a una era de lanzamiento veloz e iteración rápida. Las tendencias vienen y se van dentro de días. Forks encima de forks de código sin auditoría construyen castillos de cartas que contienen recompensas excesivas.

Las hojas de rutas permanecen, pero las proyecciones fantásticas de los whitepapers viejos ya no se ven; reemplazados por posts convencionales de Medium que consiguen el mismo estatus.

Utilidad inmediata requerida.

El reloj hace tic-tac rápidamente dentro de un mercado bull, las velas verdes motivan el trabajo duro. El código que se expide con rapidez contiene más huecos, pero las faltas se perdonan pronto cuando todo va a la alza.

Las ganancias de DeFi van y vienen más rápido que las demás. En parte esto es debido a la comprensión del “nuevo paradigma”, pero principalmente por la ambición.

El deseo es eterno, pero la satisfacción es temporal.

La ambición es una fuerza infinitamente poderosa que dirige el progreso de estos nuevos primitivos financieros.

El acceso instantáneo es ahora aportado por Etherscan y Uniswap; no hay lugar para los whitepapers sin un registro de pedidos.

Treinta páginas blancas y una promesa han sido reemplazadas por cincuenta líneas de código y un post de Medium.

Se necesita poca explicación cuando sabemos que los apes están observando.

En el 2020, había 1 hack DeFi cada 14.6 días, y todavía vemos éxito.

¿Por qué?

Tal vez buscamos la libertad de algo más que solo la ley...

El anonimato infunde poder, ¿es DeFi el gran equilibrador?

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