Cy-Ops

Pero si las potencias occidentales bloquean a Putin del SWIFT, las criptomonedas podrían convertirse en una herramienta para el dictador.

Si las criptomonedas permiten a los estados nacionales eludir las sanciones económicas, ¿cómo aplicaremos la presión diplomática en el futuro?

Mientras las fuerzas ucranianas luchan por defender Kyiv de la agresión rusa, se libra una paralela batalla digital.

La infraestructura digital sustenta gran parte de la guerra moderna, un objetivo que los ejércitos sobre la tierra no pueden proteger.

Rusia ya tenía una reputación black hat hacking a escala nacional, por lo que no es de extrañar que este conflicto se esté comabatiendo con código además de con balas.

En preparación para la actual invasión, se llevaron a cabo ataques DDoS contra bancos y departamentos gubernamentales ucranianos, mientras que el malware de data-wipings también se propagó por todo el país.

Los sitios del Kremlin y de la Duma colapsaron rápidamente, pero con tantas personas en el mundo posicionándose en contra de Rusia y sus acciones, sólo podemos especular sobre quién fue el responsable.

Según los informes, el gobierno de Ucrania ha pedido voluntarios de comunidades hackers para protegerse contra los ciber ataques rusos y realizar espionaje digital contra las fuerzas invasoras.

Declaraciones del Viceprimer Ministro y Ministro de Transformación Digital del país (24.02.2022):

Ha sido una noche dura para la ciberseguridad de Ucrania. Hemos estado protegiendo nuestro ciberespacio toda la noche. Ucrania tiene experiencia y sigue contrarrestando los incesantes ataques a las principales fuentes de información. A partir de ahora todo funciona de forma estable. Mantengan la calma y no entren en pánico.

Públicamente, se está llevando a cabo una campaña de propaganda, y las fake news han trasladado la niebla de la guerra al twitter espacio, a medida que las imágenes antiguas se presentan como reportajes de guerrilla.

Sin embargo, en el frente, los peligros reales de la guerra de alta tecnología se manifestaron cuando la artillería rusa utilizó señales de telefonía móvil para apuntar a las posiciones defensivas.

No dispuestos a ofrecer una respuesta militar directa y arriesgarse a que la invasión se convierta en un conflicto nuclear, los actores estatales se limitan a mover los hilos entre los diferentes sectores.

Aparte de cualquier ofensiva digital no oficial, los gobiernos extranjeros se han limitado hasta ahora a tomar medidas exclusivamente diplomáticas.

La primera ronda de sanciones tomó medidas contra los bancos rusos, las exportaciones de gas y algunos de los individuos más ricos, con el objetivo de debilitar a Putin dentro de su círculo más cercano.

Sin embargo, a pesar de que el Ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania pidió que se bloqueara a Rusia de la red de pagos SWIFT, las naciones mundiales aún no lo han hecho.

Esto probablemente tendría un gran impacto al excluir a Rusia de la infraestructura esencial para las transferencias internacionales. Sin embargo, Occidente se muestra reticente, ya que algunos ven riesgos para los precios del consumidor y el dominio del dólar en el comercio mundial.

Ahora que la guerra en Ucrania es una realidad, se ha acordado una segunda ronda de sanciones de la UE, pero para los que huyen de sus hogares o se preparan para luchar, serán de poco consuelo en este momento.

Ante la posibilidad de quedar aislada del sistema financiero mundial, existe la preocupación de que Rusia pueda debilitar la eficacia de las medidas diplomáticas mediante el uso de criptomonedas.

Las mismas ventajas que las criptomonedas ofrecen a los individuos bien intencionados también benefician a los que tienen una agenda maliciosa, desde los protocol exploiters hasta estados nacionales.

Esto es algo de lo que los gobiernos ya son conscientes, y el Banco de Rusia señaló que un Rublo digital CBDC podría ser utilizado como una forma de resistir las sanciones allá por octubre de 2020.

Y no son los únicos que ven el potencial del dinero no regulado.

Irán ha sido capaz de compensar algunos de los daños económicos de los embargos de exportación de petróleo al utilizar energía barata excedente para producir una participación estimada del 4,5% del hash power de Bitcoin.

Corea del Norte también se está beneficiando del supuesto hacking patrocinado por el Estado, con un reciente informe de la ONU en el que se afirma que las criptomonedas robadas se están utilizando para financiar programas prohibidos de desarrollo de misiles.

En un intento de evitar que Rusia eluda las sanciones occidentales recurriendo a las criptomonedas, Christine Lagarde pidió una regulación más estricta de estos activos. Queda por ver de qué forma aparecerán estas regulaciones y cómo se harán cumplir.

Las criptomonedas también ofrecen una alternativa en situaciones desesperadas; después de que se eliminó una página de Patreon para ayudar a financiar las fuerzas de defensa, la dirección de BTC del fondo ha recibido >$4M y sigue creciendo.

Para mantener la viabilidad de las sanciones económicas frente a las criptomonedas descentralizadas, las agencias de inteligencia de todo el mundo competirán para dominar el análisis de blockchain.

Si bien esto puede ayudar a aplicar las sanciones, también es probable que tenga consecuencias de gran alcance para los ciudadanos privados, mientras la transparencia de blockchain esté secuestrada para crear herramientas de vigilancia estatal.

El reciente ejemplo del hacker de The DAO que fue descubierto a través de las transacciones de un-mixing muestra que las herramientas de privacidad actuales ya no son suficientes. Sin embargo, aunque el movimiento de fondos a través de protocolos descentralizados pueda ser rastreado, no puede ser detenido.

Para bien o para mal, la humanidad ha creado un sistema resistente y permissionless para la transferencia de valor en todo el mundo.

Aunque los cripto nativos se enfocan en un futuro lleno de gran emoción, debemos aceptar que también nos enfrentamos a una enorme cantidad de miedo, incertidumbre y duda.

Nuestros sueños distópicos se están convertiendo en realidad.

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